Cocer a la parrilla es una cocción natural. La piedra lávica, con sus cualidades, permite recrear la tradicional cocción a la brasa con un control más preciso de la temperatura, limpieza más fácil y mayor seguridad para el operador. Gracias a la inclinación, las grasas en exceso fluyen en un cajón de grandes dimensiones. Las parrillas de agua, disponibles en la versión de gas, permiten cocinar a la parrilla de forma sumamente natural y sana exaltando las mejores características organolépticas de los alimentos, favoreciendo la dispersión de las grasas para una alimentación más genuina. Los quemadores se encuentran encima de una zona accesible a través de un amplio cajón de acero Inoxidable extraíble lleno de agua. El agua de la cuba debajo del plano de cocción permite a la comida mantenerse tierna; asimismo sirve para eliminar los humos y para recoger las grasas. Todos los componentes pueden extraerse por completo y el grupo de resistencias puede elevarse para una limpieza completa y eficaz de la cuba subyacente. La parrilla, totalmente de hierro fundido, tiene una forma que permite trabajar en una amplia superficie apropiada para distintos tipos de alimentos (carne, pescado, verduras).